miércoles, 15 de abril de 2015

¿Avaricia o amistad?



¿Os habéis detenido alguna vez a reflexionar sobre la avaricia y sus problemas? En este monólogo, hablaré sobre este tema basándome en un hecho ocurrido en una obra titulada Macbeth que fue escrita por nuestro gran e ilustre escritor británico Willian Shakespeare. En adición, os daré a conocer mi opinión sobre la ambición y la amistad. 

martes, 14 de abril de 2015

Laertes

Dado que este villano de la obra Hamlet está tremendamente infravalorado, he decidido hacer este comentario audiovisual para mostraros las razones por las que se debería tener mas en cuenta.

domingo, 25 de enero de 2015

Última etapa de la vida de Shakespeare

   En el año 1611 (con 47 años), Shakespeare se retiró a su pueblo natal Stratford-upon-Avon. En marzo de 1613 hizo su última adquisición pero no en su pueblo, sino en Londres donde compró una casa con corral cerca del teatro de Blackfriars por la cantidad de 140 libras, aunque incluyó otros nombres como dueños de la propiedad para evitar que su mujer pudiera apoderarse de parte de dicha propiedad si llegara a sobrevivir.
   Pocos meses despues sucedió lo inimaginable, se incendió el Teatro del Globo y todos los escritos del dramaturgo incluyendo su comedia Cardenio se incendiaron con él. Esa comedia solo fue representada dos veces , la primera en febrero de 1613 por las fiestas por el matrimonio de la princesa Isabel y la segunda el 8 de junio del mismo año ante el embajador del Duque de Saboya, poco antes de el incendio.
   En sus ultimas semanas de Shakespeare, su hija Judith iba a con un tabernero llamado Thomas Quiney pero fue acusado de promiscuidad ante el tribunal eclesiástico local debido a que una mujer de nombre Margaret Wheeler afirmó que Quiney era el padre de un niño al que hace poco había dado a luz. poco tiempo después del escándalo Tanto Margaret como su hijo murieron pero la reputación del que sería yerno del escritor se vio afectada y Shakespeare cambió su testamento para que la herencia que había destinado a su hija no pudiera verse afectada en los problemas legales de su marido.
   Hasta el día de su muerte, Shakespeare estuvo casado con Anne y de esa relación le sobrevivieron dos hijas, Susannah y Judith. Susannah también se caso, con un doctor llamado John Hall pero ni klos hijos de Susannah ni los de Judith tuvieron descendencia. Sin embargo, se rumoreó que Shakespeare era el verdadero padre de su ahijado William Davenant.
   Shakespeare murió el 23 de abril de 1616 con 52 años y su muerte fue siempre asociada con la bebida ya que decían que la fiebre que lo mató era causa de su estado de embriaguez.
   Sus restos fueron sepultados en el presbiterio de la
iglesia de la Santísima trinidad de Stratford, aunque no fue enterrado ahí por el prestigio que ganó como dramaturgo sino por la compra de un diezmo de la iglesia por 440 libras que aunque era una suma considerable para la época equivalen a 531,52€ . Sabiendo que en la época era costumbre vaciar las antiguas sepulturas para sustituirlas por las nuevas el dramaturgo compuso el siguiente epitafio para su lápida:
Buen amigo, por Jesús, abstente
de cavar el polvo aquí encerrado.
Bendito sea el hombre que respete estas piedras,
y maldito el que remueva mis huesos.

Para más información visita la siguiente página:http://es.wikipedia.org/wiki/William_Shakespeare#.C3.9Altimos_a.C3.B1os

Recomendación de Macbeth.


Macbeth es una tragedia escrita en cinco actos entre 1605 y 1606 por uno de los escritores más ilustres de nuestra literatura universal, William Shakespeare.
Esta obra teatral expone el asesinato contra el rey Duncan de Escocia por obra de Macbeth, señor de Glamis, que a causa de tres brujas al comunicarle que él será señor de Cawdor y rey e, incitado por Lady Macbeth, su mujer, comete el delito (no olvidemos que Macbeth anhela ser monarca). También, se expone el intento de recuperar el trono por parte de la familia Duncan, ya que, Macbeth se ha convertido en rey y, a su vez, tirano.

Como lector de esta apasionante y excelente tragedia shakesperiana, no hay duda alguna que es digna de ser leída por el mayor número de lectores posible.

En primer lugar, tal y como he comunicado al principio, Macbeth ha sido escrita por William Shakespeare que según dice Peter Brook, director teatral  británico y codirector de la Royal Shakespeare Company que obtuvo grandes éxitos con escenificaciones de obras de Shakespeare: "Hemos de enfrentarnos con el exasperante hecho de que Shakespeare es todavía nuestro modelo".

En segundo lugar, el escritor logra captar la atención del lector gracias a los personajes empleados en la tragedia, como por ejemplo; Macbeth, que al principio no está seguro de matar al rey Duncan de Escocia pero la nueva de las brujas y la depravada de Lady Macbeth (intentándolo convencer) consiguen el cambio de opinión de éste. Además, al asesinar al rey y convertirse en monarca se deshace de su amigo Banquo ,ya que, las brujas le dijeron al mismo que sería padre de reyes. Así que por temor a ello, Macbeth decide acudir a unos sicarios para que se ocupen de su compañero. ¿Qué culpa tiene Banquo en todo ello? En mi opinión esta pregunta hace reflexionar al lector sobre la relación entre la amistad y el hecho de tener el poder. Como dice Macbeth: "¿De qué me sirve el poder sin la seguridad? Banquo es mi amenaza perpetua [...] Él fue quien se atrevió a dirigir la palabra a las brujas cuando me aclamaron rey, y a preguntarles por su suerte futura y ellas con fatídica voz le contestaron: "Tus hijos serán reyes". [...]
Otro de los personajes que más capta la atención es Macduff, que no nació de mujer, es decir, que lo sacaron del vientre de su madre cuando ésta ya había fallecido. Aquel que sufre dolorosamente por Escocia y sobre todo por la muerte de sus seres más queridos por culpa de Macbeth.

En tercer lugar, admito que la escena del crimen contra el monarca escocés podría obtener un pequeño porcentaje más de acción, pero lo importante no es saber cómo es ejecutado el crimen, sino el hecho que da paso al desarrollo de la obra hasta llegar al final, es decir, el mismo delito.

Por último, en el tramo final de la obra, la acción conlleva protagonismo y, por consiguiente, el interés del lector aumenta considerablemente ya que el escritor consigue un final radiante. ¿Qué sucederá con Macbeth?

En conclusión, las palabras de Peter Brook, el empleo de varios personajes que sufren y que por ambición al poder cometen crímenes y, por último, el final brillante que consigue Shakespeare gracias a las acciones finales, las cuales son intensas, esta obra ofrece a los amantes de literatura verdaderos momentos de satisfacción y un buen sabor de boca.
 









sábado, 24 de enero de 2015

Crónica de un odio mortal I



Muchos conocéis las vidas de Romeo, chico brillante
 y de Julieta, mujer de belleza sin par.
Sin embargo, pocos sabéis el origen acongojante
del odio entre dos familias que a tantos llegó a matar.

Espero que les haya gustado. Mi verdadero nombre no importa, pero ustedes pueden llamarme Polinices, juglar de Verona. No soy especialmente habilidoso en mi arte, pero hago lo que puedo, deseándoles siempre el mayor entretenimiento posible y esperando no decepcionarles. En fin, como iba diciendo en mi pequeña estrofa, pensaba contarles el origen del odio entre dos conocidas familias, que posteriormente causó las muertes de los dos únicos miembros que sobrepusieron el amor al rencor. ¿He dicho los únicos? Perdónenme, pues he errado, ya que el comienzo de este odio se remonta a otra historia de amor, ocurrida 50 años antes de que los ahora difuntos jóvenes nacieran, cuando dos amigos, Marco Capulleto y Giovanni Montesco, charlaban en los jardines de Verona sobre sus asuntos...



(Acto I, Escena I: Jardines de Verona. En esena Marco y Giovanni.)

Marco: ¿Así que con Isabella, eh? Es una bonita chica, pero no de muy buena cuna, que digamos...

Giovanni: (Melancólico) Lo sé. Tendrá que resignarse a ser solo mi amante...

Giovanni Montesco
Marco: (Irónico) Y te quejas. Al menos a ti alguien te quiere, y has estado con muchas mujeres. Yo, sin embargo, sigo mas solo que la una, no voy a heredar gran cosa y, a veces... Bueno, me parece que el mundo está en mi contra.

Giovanni: Bueno, tu familia tiene mucho dinero, y aunque tu hermano Juliano sea el heredero, no creo que les importe que de vez en cuando gastes unos florines en un lupanar, si de verdad tantas ganas tienes de dejar de ser una beata monjita.

Marco Capulleto
Marco: Mira, Giovanni, no es sexo lo que busco, sino amor, el poder desahogarme en el regazo de alguien que me quiera, que me comprenda. Por eso necesito algo mas que una prostituta. Ojalá alguien se fije en mí... (Triste) Dime, ¿Tan feo soy?

Giovanni: (Risueño) Tranquilo, hombre; no es que seas feo. ¿Acaso no recuerdas todas aquellas veces que has agradado a las mujeres en las fiestas? Tarde o temprano se decidirán por ti, amigo.

Marco: (Decepcionado) Bah, era muy gracioso, pero luego se iban con otros...

Giovanni: (Preocupado) Y por eso has estado tan triste estos últimos meses, por eso tienes estos cambios de humor tan bruscos y, me atrevería a decir que por eso has adelgazado tanto. Me he estado fijando, Marco, apenas comes.

Marco: (Tajante) Ese no es tu problema.

Giovanni: (Le mira sorprendido)

Marco: (Arrepentido) Lo siento, amigo.  De verdad que agradezco que te preocupes tanto por mí, (suspira) pero necesito descansar, echarme un rato. Lo único que me falta ahora es otro fracaso, para rematar mis infortunios.

Giovanni: (Comprensivo) Lo entiendo, Marco. (Alegremente) Pero no creo que el destino, de existir, sea tan cruel. Ya verás como pronto te ocurre algo bueno.

Marco: (Desanimado) No se...   

(Llega un sirviente vestido con los colores de Capulleto).

Sirviente Capulleto: (Apurado) Señor Marco, venga rápido.

Marco: ¿Qué ha ocurrido?

S.C: Su hermano Juliano, señor. Ha resultado herido en la cacería, está muy grave.

Marco: (Sorprendido) ¡Mierda!

(Salen de escena.)

(Fin de escena I)





 
    




jueves, 8 de enero de 2015

Otra versión del asesinato del rey Duncan.

(Alcoba de los Macbeth. Los Macbeth en escena.)

Lady Macbeth (A Macbeth.)-He leído la carta que me escribiste y, al saber que aquellas brujas dijeron que reinarías, he pensado en ayudarte a conseguir dicho objetivo.

Macbeth:-¡Oh, amada mía! ¿Qué aconsejas para ello?

Lady Macbeth.-El rey Duncan llega hoy a palacio, ¿acaso estoy equivocada?

Macbeth: -Él será nuestro huésped.

Lady Macbeth: -Estupendo, por consiguiente, aconsejo asesinar al monarca. Tengo un perfecto plan para cometer el crimen, nadie sospechará nada.

Macbeth: (Aterrorizado.)-¿Cómo puedes planear un acto tan horrendo? ¡Además, no debemos olvidar que piensas asesinar a un buen rey, justo y clemente en nuestra propia morada y que no se presenta solo, sino con sus hijos y servidores!

Lady Macbeth: -¡Tranquilízate, desdichado! Recuerda lo que te he comunicado antes, no nos ocurrirá nada malo, además, anhelas el cargo de rey, ¿no es así? Y, dime, esposo, ¿No crees que los debiles hombros de Duncan pueden soportar ya el peso de la corona? ¿No está el rey, acaso, demasiado viejo para reinar? ¿No sería mucho mejor para todos un reino bajo el poderoso y valiente Macbeth, en vez de uno del débil y decréìto Duncan? No, mi amor, tú serías mejor rey.

Macbeth:-Verdad es lo que dices, pero me aterra pensar que el plan pueda fracasar.

Lady Macbeth: - Segura estoy de que no sucederá.

Macbeth: -Si estás tan segura de ello, ¿cuál es el plan?

Lady Macbeth: -Pues bien. He contratado a tres de los mejores sicarios que se encuentran en el reino, no a muchos kilómetros de aquí. Según dice uno de ellos y, es verdad porque lo he visto, es un auténtico especialista con el arco. Además, me ha informado que no ha dejado víctima sin su flecha correspondiente. Nunca falla.

Macbeth: -Y ¿cómo y en qué momento asesinarán al rey?

Lady Macbeth: -Tras el banquete nocturno, cuando el rey haya entrado en su alcoba para acostarse, el arquero dará la señal a su compañero, que estará bajo la alcoba del monarca, que lanzará una piedra contra la ventana. Cuando el rey abra la ventana para observar lo ocurrido, el arquero, que estará subido a un árbol cercano a la ventana del rey, lanzará la flecha en dirección al brazo. Seguido, cuando Duncan haya solicitado ayuda, haremos venir al último sicario que se hará pasar por el cirujano de palacio, y, al dejarlos solos, (se ríe) éste último ahogará al rey. 

Macbeth: -Sin duda es un magnífico y complejo plan. (Se asoma a la ventana.) Ha llegado el rey, bajemos. (Bajan a la entrada)

(Entrada del palacio. En escena los Macbeth, los Duncan y los servidores tanto del monarca como de los Macbeth)

Macbeth: (A Duncan.) -Bienvenido a nuestra humilde morada, majestad.

Lady Macbeth: Estáis en vuestra casa.

Duncan: -Gracias, ilustre pareja.


Servidor de los Macbeth: (A todos.)-Entren cuando gusten, la cena está preparada.

Macbeth: (Al servidor.) -Gracias, entraremos en breve. (Entran)

(Tras la cena.Comedor del palacio. Los Macbeth, Los Duncan y los servidores del rey)

Duncan: (A los Macbeth.) -Una cena exquisita. (A todos.) Con vuestro permiso voy a acostarme, a causa del viaje, me encuentro fatigado. (Entra en la alcoba).

(Jardines del palcio. El arquero y su compañero, dos sicarios.)

Arquero:-¡Ahora!

Compañero: (Lanza la piedra.)-¡Hecho!

(Duncan abre la ventana y el arquero se dispone a disparar la flecha. Dispara y la flecha daña el brazo del monarca escocés. El rey grita. Entran sus hijos)

Duncan: (A sus hijos.) -¡Malcolm, Donalbain, ayudadme! ¡Me han disparado una flecha!

Malcolm: -¡Aguante, padre!

Donalbain: (Sale) ¡Respire hondo! Iré a buscar ayuda.

(En los jardines del palacio. Dos sicarios.)

Cómplice: (Al arquero.) -Huyamos de aquí y esperemos a nuestro amigo a las afueras del palacio. (Se van.)

(En la alcoba. Todos.)

Lady Macbeth (A Macbeth.)-Haz venir al cirujano de palacio, por favor. Parece que la herida está empeorando, date prisa.

(Macbeth regresa con el cirujano, el tercer sicario.)

Falso cirujano: (A todos.) -Déjenme ver, hagan el favor. La herida es más grave de lo que parece, además, está empeorando y su majestad no para de perder sangre. Existe alta probabilidad de muerte, sin embargo, intervendré para salvar a nuestro rey.

Macbeth: -¡Ojalá salga victorioso de esta difícil batalla! Dejemos que el cirujano haga su trabajo. (Todos salen de la alcoba.)

(Alcoba de los Macbeth. Los Macbeth en escena.)

Macbeth: (A su esposa.) -Esperemos la llamada del sicario.

(En la alcoba del rey. El tercer sicario y Duncan.)

Falso cirujano: (Al rey.) -Acomódese, majestad. (Coge un cojín y ahoga al monarca escocés.) Ha llegado su hora.

(El sicario hace llamar a todos los presentes del palacio. Acuden a la alcoba.)
F.C.-Lo lamento. He hecho todo lo que estaba en mis manos.

(A la mañana siguiente. Nobles reunidos en la sala principal del casdtillo de Glamis)

Donalbain: (A Malcolm, en voz baja.) ¡No puede ser, hermano! Sospecho de Macbeth, pues veo en su semblante la intención de acusarnos de la muerte de padre.

Malcolm: (A Donalbain, en voz baja) Sí, todo parece un complot para desacreditarnos. Además, parece que muchos nobles le prefieren a él como nuevo rey, en vez de a mí. Parece que no nos queda otra cosa que huir, antes de que nuestro "leal" huésped nos mate a nosotros también. ¿Algún día, me ayudarás a recuperar el trono?

Donalbain: Hermano, sabes que por ti iría a las puertas del mismísimo infierno. No hacía falta que preguntaras...


Macbeth (A todos, en voz alta y solemne.) -Esta noche ha sido una  llena de desgracias para todos los aquí presentes. El rey Duncan de Escocia, un rey bueno, justo y clemente, ha fallecido. Siempre recordaremos a aquel rey, a un rey que siempre vivirá en nuestra memoria, y cuyo reinado recordaremos como el más próspero de Escocia hasta la fecha.
















Final alternativo de Hamlet

Tras una pausa por el agotador duelo, Hamlet se bebe su copa de un trago, por lo que Laertes, en su odio, decide mofarse de Hamlet, revelándole la verdad sobre la trampa del vino.

Laertes
Siento tener que decirte que hay veneno en ese vino que te acabas de beber, lo tienes merecido por lo que le hiciste a mi hermana, sólo espero que tu agonía sea lo mas lenta y dolorosa posible.

Hamlet
Laertes, sabes que no fue por mi culpa, que la muerte de tu padre fue un accidente y que tu hermana se suicidó por creer que no la amaba, pero yo la quería, más que a nadie en el mundo y su muerte me duele más que a ti.

Laertes no dijo nada, se quedó unos segundos mirando fijamente a Hamlet, después rió enloquecido.

Laertes
¡Mientes, como siempre! Pero eso no importa, yo conozco tu verdadero ser, y vas a tener lo que te mereces. Pronto podrás descansar con tu querido padre.

Hamlet, ciego de ira, lo agarró por el cuello y lo arrojó al suelo. Tras un corto forcejeo, Laertes murió ahogado. Entonces se dirigió hacia el rey para cumplir la venganza que el fantasma de su padre anhelaba.

Hamlet
Ahora llega tu turno, asesino.

Súbitamente, un fuerte dolor estomacal hizo tambalearse a Hamlet, pero este siguió avanzando hacia el rey con su espada en mano y fuego en sus ojos, nadie se lo impidió, pues parecía mucho más peligroso que un simple loco.

Claudio
¡Guardias, guardias!

Hamlet
Ahora ves lo que duele la falta de lealtad.

Claudio
¿Que falta de lealtad? ¿La tuya, cuando te acogí tras la muerte de tu padre acaso?

Hamlet
No, la que supone el asesinato de alguien que te quería

Acto seguido, el príncipe levantó la espada y de un limpio tajo cercenó la oreja de Claudio. Al momento, el joven se desplomó y murió en paz mientras sus labios murmuraban algo parecido a justicia, mientras el rey se alejaba pidiendo un médico y proclamando su inocencia.

Al cabo de unos días el rey sanó, pero ya fuera porque la hoja del príncipe debió rozar su cerebro o por la gravedad de lo acaecido, no volvió a ser el mismo. La reina se volvió loca por la muerte de su hijo, y se suicidó, agravando a su vez el dolor y la demencia de Claudio.

Pocos años después, el loco rey murió sin arrojar luz sobre su inocencia o culpabilidad. Esto, sumado a la fama de locura que había acumulado su linaje, hizo que los nobles coronaran a Fortimbrás como nuevo rey, esperando que la falta de parentesco con la familia real le mantuviera en la cordura. Sin embargo, y para mal de la dinastía de los antiguos reyes, Fortimbrás, tras ser coronado rey, decidió a su vez asesinar a cualquier pariente (ya fuera primo o hijo bastardo) de Hamlet y de Claudio, evitando así que la legítima familia real de Dinamarca volviera alguna vez a reclamar el trono.

Y así fue como el linaje de Hamlet desapareció de la faz de la tierra, convirtiendose en leyenda.